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CONEJO GUISADO

  • Foto del escritor: cocinandoconnuriac
    cocinandoconnuriac
  • 28 abr 2021
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 8 may 2021

Una de las carnes más sanas y baratas convertida en un plato tradicional y sano.


MI PEQUEÑA HISTORIA


Como ya os he comentado en otras entradas, nosotros veraneamos en Puerto de Mazarrón, a la antigua usanza, allí nos personamos toda la familia y nos tiramos un mes, con mis padres incluidos; para mis hijos es “su pueblo” y si pueden no perdonan.


Como nosotros somos seis y subiendo, ya os imagináis aparecen parejas, suelo ser yo la que toma los mandos de la cocina, aunque mi madre nunca anda lejos ya que mi padre está muy apegado a su forma de cocinar.


De todas formas hay dos cosas de las que mi madre no se libra, una es preparar las croquetas, que le piden todos los nietos por aclamación, yo diría que alguno hasta le suplica y otra es el conejo guisado que, como dice mi marido, lo borda.


Así que, en cuanto llegamos a Mazarrón, mi marido se presenta en el “super” más cercano y compra un par de conejos no vaya a ser que se pasen las vacaciones y a mi madre se le olvide preparar el conejo.


Tenemos grandes recuerdos, de toda la familia alrededor de la mesa degustando el conejito guisado con una buena botella de vino, ¿se puede pedir más?


INGREDIENTES


Para seis personas

  • 1,2 kg de conejo (1 conejo)

  • 1 cebolla

  • 2 dientes de ajo

  • 2 zanahorias medianas

  • 100 gr de bacón

  • 3 rebanadas de pan

  • ½ vaso de coñac o vino (vale el blanco o el tinto)

  • Hierbas provenzales

  • 1 hoja de laurel

  • Perejil

  • Sal

  • Pimienta

  • Aceite de oliva virgen extra

  • Harina

  • Agua

ELABORACIÓN


El conejo se puede comprar entero y despiezarlo en casa, pero si no se tiene práctica es posible que los cortes astillen los huesecillos del conejo y a la hora de comerlo pueda resultar un poco desagradable, esa cuestión se solventa comprando el conejo ya despiezado, en los comercios, grandes y pequeños, hay estupendos profesionales que nos hacen la vida más fácil.


Lo primero es limpiar bien el conejo y eliminar todas las vísceras que pudiera traer, corazón, hígado, etc., se dejan solamente las piezas de carne.


Picar la cebolla finamente y reservar. La zanahoria se pica en taquitos lo mismo que el bacón y se reservan también.


En una cazuela a fuego medio, poner un dedo de aceite de oliva virgen extra.

En el aceite poner las rebanadas de pan.

Freírlas por ambos lados.


Cuando estén tostaditos sacar el pan, colocarlo sobre un papel absorbente y reservar.

Salpimentar el conejo.

Enharinar las tajadas de conejo.

En el mismo aceite que habíamos frito el pan, a fuego vivo, ir poniendo las tajadas de conejo.

No conviene poner muchas a la vez para que no se pierda la temperatura del aceite.

A medida que se doran, ir sacando las tajadas a una fuente.

Una vez acabado de sellar el conejo desechar el aceite.


Picar el ajo y el perejil fino.

Tomar un mortero y poner en él el pan frito, que ya estará frio, en trocitos, los dos dientes de ajo y el perejil.

Majar bien hasta conseguir una pasta homogénea que se reservará.

En una cazuela poner cuatro cucharadas de aceite y calentar a fuego medio.


Añadir a la cazuela la cebolla.

Dejar sofreír la cebolla un periodo de unos 10 minutos, a fuego medio para que no se queme, hasta que esté transparente.


A continuación añadir el bacón cortado en taquitos y dejar que se dore, en unos 2 minutos estará listo.

Será el momento de añadir la zanahoria que dejaremos cocinar otros 2 minutos.

Pasado el tiempo indicado, hay que incorporar las tajadas de conejo, conviene colocar las más grandes en el centro de la cazuela y las más pequeñas alrededor.

Añadir el coñac, se puede flambear.

La hoja de laurel.

Agua hasta casi cubrir el conejo.

Poner un poco de agua en el mortero donde teníamos reservado el majado, disolverlo un poco

Y añadirlo al guiso.

Por último añadir las hierbas provenzales al gusto.

Remover la cazuela para que todos los ingredientes se integren.

Dejar cocinar a fuego medio durante unos 50 minutos, hay que comprobar que la carne esté blandita y el guiso estará listo.


En el caso de que la carne no esté suficientemente blanda, se añade un poco de agua y se va controlando, a mí me gusta utilizar periodos de 10 minutos, la salsa no debe de quedar demasiado espesa.

Como suele ocurrir con los guisos es interesante tener un poco de paciencia, ya que de un día para otro el plato estará mucho más rico, además te permitirá elegir un buen vino.



1 Comment


Inmaculada de Andrés
Inmaculada de Andrés
May 03, 2021

Nuria, que mano tienes, me encanta!!!! lo haces genial , muy bien explicado y rico, rico.😋.

Gracias por enseñarnos y compartir tus platos. Un abrazo y besazo enorme, con todo mi cariño Inma

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