Un recurso de aprovechamiento para tomar en cualquier momento.

MI PEQUEÑA HISTORIA
Me encanta hacer este tipo de recetas, los pasteles salados y las quiches, porque me permiten improvisar, no tengo unos ingredientes concretos o unas cantidades fijas, normalmente me adapto a lo que tengo por el frigorífico.
Hace unos días preparé un pastel con la carne que había utilizado para hacer un caldo, como había un trozo de rulo de cabra por el frigo lo incorporé y la respuesta familiar fue estupenda, les gustó a todos, hubo grandes halagos, no aplaudieron, pero faltó poco.
Todos apreciaron la diferencia con otros que había hecho, la pregunta fue inmediata, ¿qué lleva esto que no le pones otras veces? Parece mentira la diferencia que aportó tan solo un trocito de queso de cabra.
Lo gracioso de este asunto es que tras el éxito llamé a mi madre para comentárselo y resulta que ella también había experimentado con el rulo de cabra en su pastel de carne, como yo, ella es muy aficionada a las tartas saladas, y le había encantado, parece que la telepatía funcionó.
En cuanto vi el éxito de la receta pensé en compartirla a través de este blog, así que la he vuelto a preparar y espero que la disfrutéis.
INGREDIENTES

Para cuatro a seis personas
200 gr de carne
1 cebolla
3 dientes de ajo
1 pimiento verde
½ pimiento rojo o la misma cantidad de pimiento rojo en conserva
½ puerro
3 huevos
100 gr de queso rallado
75 gr de queso de cabra
100 ml de nata
6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta
Hierbas provenzales
Una lámina de hojaldre
Mantequilla para untar el molde
ELABORACIÓN
Se trata de una tarta salada cuya base es la carne, y esta puede ser de vuestra total elección, para la receta que os voy a presentar he aprovechado las carnes que he utilizado para preparar un caldo, pero ojo, no se debe utilizar cualquier carne para hacer un caldo, las de buena calidad son base de numerosas recetas como ropa vieja, tacos, tortillas, canelones o la que os presento en esta entrada del blog.
Empezaremos la receta picando la cebolla, no es necesario demasiado fina y reservamos.

Continuar picando los dientes de ajo.

Y el puerro.

Quitar los nervios interiores del pimiento verde.

Picarlo y reservarlo.

Picar el pimiento rojo y reservarlo también. Se puede utilizar pimiento rojo fresco, pero en este caso he utilizado pimiento rojo asado en conserva.

Poner en una cazuela o sartén el aceite y llevarlo a fuego medio.

Añadir la cebolla con el puerro.

El ajo picado.

Y un poco de sal.

Dejar rehogar durante unos dos o tres minutos y añadir el pimiento verde. Si se utiliza pimiento rojo fresco es el momento de incorporarlo también.

Como en este caso el pimiento rojo está ya asado se incorpora al final cuando el sofrito esté casi hecho habrán pasado unos siete u ocho minutos.

No es necesario que las verduras estén muy pochadas, ya que luego irán al horno, pero sí que estén jugosas, especialmente si se utiliza la carne del caldo que queda bastante seca.
Mientras se hace el sofrito se puede picar la carne.

Incorporar la carne al sofrito.

Y homogeneizar la mezcla.

Dejar rehogar todo durante cinco minutos.
Picar el queso de cabra en taquitos para que se fundan bien.

Retirar la cazuela del fuego y añadir el queso de cabra picado en trocitos.

El queso rallado, yo suelo utilizar mozzarela.

Y la nata.

Remover la mezcla hasta que los quesos se fundan.

En un bol batir los tres huevos.

Y añadirlos a la mezcla que ya habrá perdido un poco de temperatura y no se cuajarán.

Remover bien la mezcla, añadir pimienta.

Y las hierbas provenzales al gusto.

Reservar.
Precalentar el horno a 200º.
Untar un molde redondo de 25 cm de diámetro con mantequilla.

Desenrollar la masa de hojaldre sobre una mesa, y ayudándonos del papel sobre el que viene, colocarla sobre el molde.

Retirar el papel con cuidado.

Ajustar la masa al molde, si no te queda muy perfecta no te preocupes, luego no se nota.

Pinchar la masa con un tenedor.

Llevarla al horno durante diez minutos. Hay que tener en cuenta no sacar la bandeja del horno, esta debe de estar caliente cuando se coloque el molde encima.

Pasado el tiempo indicado sacar la masa del horno, si se ha elevado por la parte central hay que bajarla con un tenedor.

Verter la mezcla que teníamos reservada sobre la masa de hojaldre que acaba de salir del horno.

Con una espátula extender bien la masa por toda la superficie del hojaldre.

Bajar el termostato del horno a 180º y meter la tarta.
Pasado treinta minutos ya se puede sacar la tarta del horno y estará lista.
Tan solo hay que dejarla enfriar un poco y lista para comer, se puede tomar templada o fría y lo mismo sirve como comida, almuerzo o cena, también es estupenda para días de campo.

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